Carlos Gaviria y una ley que unió a izquierda y
derecha
La ley de honores a la memoria del
exmagistrado y excandidato presidencial fue respaldada por la Unidad Nacional,
los conservadores, el Centro Democrático, el Polo y los independientes.
No hay antecedentes en
el actual Congreso de la República de una causa que haya unido a todos los
partidos políticos. Más allá de sus diferencias, la semana pasada se produjo un
hecho particular. Por unanimidad, el Polo Democrático, la Unidad Nacional, los
conservadores, los movimientos independientes, y hasta el Centro Democrático le
dieron el sí a una ley que terminó por unir a todo el país representado en el
capitolio.
Un año después de su
muerte, y por iniciativa del Polo Democrático, el Congreso decidió aprobar la
ley de honores del exmagistrado, excongresista y excandidato presidencial
Carlos Gaviria, quien falleció en Bogotá el 1 de abril del 2015.
La gaceta del Congreso
de las sesiones plenarias de la semana pasada dejará el registro histórico. Es
la primera vez que en el actual Congreso una ley es respaldada por los 102
senadores y los 166 representantes a la Cámara.
Y aunque la iniciativa
fue promovida por los polistas Iván Cepeda en el Senado, y el representante
Alirio Uribe en la Cámara, los anales del Congreso registrarán que esta
ley tuvo como coautores congresistas de diversa tendencia como Roy Barreras (la
U), Luis Evelis Andrade Casama (Movimiento Alternativo Indígena y
Social), Hernán Andrade (Conservador), Horacio Serpa (Liberal), Doris
Vega (Opción Ciudadana), Paloma Valencia (Centro Democrático), o Claudia López
(A. Verde).
El senador Álvaro Uribe
también votó a favor de esta ley de honores. A pesar de sus diferencias
políticas, que los llevaron a competir por la presidencia de la República en
las elecciones de 2006, el expresidente y congresista del Centro Democrático es
de los pocos que se da el lujo de haber sido alumno de Carlos Gaviria. Dos
hombres con ideas diametralmente opuestas, compartieron aula de clase en la
Universidad de Antioquia en los años 70.
Gaviria ya era un
consagrado profesor de derecho, mientras Uribe, quien militaba en el
liberalismo, se destacaba entre sus compañeros por ser un fuerte opositor de
las tesis de izquierda. En la década del 70 Uribe asistía a la universidad y
entre sus clases estaba la de Filosofía del Derecho que dictaba Gaviria.
Allí, en medio de la
vida universitaria de los convulsionados años 70, Uribe fue un contradictor a
ultranza de las tesis de izquierda. Gaviria, por el contrario, era un defensor
de los derechos humanos y daba sus primeros pasos en la defensa del delito
político.
Cuando Uribe votó a
favor de la ley quiso dedicar algunas palabras a su maestro y contradictor.
“La única teoría del
estado que se enseñaba era la dictadura del proletariado y Carlos Gaviria fue
un gran maestro sobre los elementos constitutivos del Estado de Derecho. Quiero
rendirle un homenaje a su espíritu estudioso, combativo, a su cultura jurídica
y general, a su erudición. Me siento muy honrado de que hubiera sido mi
profesor y también mi contradictor en la elección presidencial del 2006, cuando
tuve el inmenso honor de competir con él”.
Gaviria, nacido en el
municipio antioqueño de Sopetrán y descolló como un defensor de los derechos
humanos. Entre 1993 y 2001 fue magistrado de la Corte Constitucional. Se le
recuerda como el ponente de la sentencia que despenalizó la dosis mínima, que
luego intentó ser derogada por una reforma constitucional promovida por el
entonces presidente Uribe.
También fue que eliminó
la tarjeta profesional para periodistas, argumentando el derecho a la libertad
de ejercer el oficio, y promovió la mayor participación de la mujer en cargos
del Estado. La eutanasia, los derechos civiles de la comunidad LGBTI, y hasta
la paz, que el denominaba como “duradera” calificativo que adoptó la Mesa de
Conversaciones de Paz en La Habana, siempre fueron sus causas.
La ley de honores, que
será sancionada por el presidente Juan Manuel Santos en un evento de gala que
se llevará a cabo el próximo mes, no se limita simplemente a exaltar la memoria
de Gaviria, sino que además contiene algunas medidas adicionales para lograr un
mayor impacto en la memoria de los colombianos, según explica uno de sus
autores, el representante Alirio Uribe.
Por ello, la ley, además
de honrar y exaltar la memoria del maestro y exsenador de la República
(artículo 1), encarga a la Unidad Administrativa Especial Biblioteca Nacional,
la elaboración de una biografía, recopilación y selección de las obras de
Carlos Gaviria, incluidas las sentencias en las que fue ponente para que sean
compiladas y publicadas por el Congreso y difundidas ampliamente como docencia
democrática.
También se autoriza al
Gobierno para que a través del Ministerio de Educación, en asocio con la
Universidad de Antioquia, publique un libro biográfico e ilustrativo de la vida
de Carlos Gaviria Díaz.
También se busca
homenajear al maestro Carlos Gaviria Díaz garantizando que algunas entidades
que tienen entre sus objetivos y funciones la conservación y difusión del
patrimonio cultural de la nación como la Radio Televisión Nacional de
Colombia-RTVC y Señal Colombia, realicen una recopilación y circulen su vida y
obra.
La ley contempla la
instalación de imágenes alusivas a la figura de Carlos Gaviria en lugares
representativos de su vida y gestión pública, como su municipio natal Sopetrán,
el salón de sesiones de la Comisión Primera del Senado a la cual perteneció, el
salón de la Constitución del Capitolio Nacional y la sede de la Corte
Constitucional.
Igualmente se autoriza
al Gobierno Nacional para que a través del Ministerio de Tecnologías de la
Información y las Comunicaciones al cual se encuentra vinculado la sociedad pública
Servicios Postales SA, coloque en circulación una emisión de serie filatélica,
inspirada en la vida y obra de Carlos Gaviria.
También incluye la
posibilidad de la construcción de esculturas y dar nombre a lugares para
homenajear la memoria del exmagistrado y excongresista.