“Existió un héroe
llamado Carlos Gaviria. Fue, es y será mi Batman”
Por: Mauricio Duarte | mayo
06, 2015
De
niño siempre se sueña con ese héroe tipo Superman norteamericano, que en la
menor intrusión del mal en la vida de cualquier ciudadano, va a venir a
ayudarlo, con su roja capa. Otros, tal vez, soñábamos con ese Batman. Debo
confesar que mi favorito era Robin para acompañarlo en su bati-móvil
a recorrer las calles, no de Gótica, si no de la ciudad o pueblito (más
recóndito) en el que se hallara el soñador.
¡No
solo eso! Uno creía ese héroe invulnerable hasta que aparecía Luthor con su
criptonita y nos jodía a Superman; o El Guasón, y nos sacaba de casillas a
nuestro amigo murciélago. Y así con todos los héroes que por extraterrestres
que fueran su punto débil tenían. Siempre preferí ver a Batman más viejo que
muerto, así naciera un tal Batman Beyond (Batman del Futuro), y ver a mi
querido Bruno Díaz anciano y con su bastón por toda la baticueva, ahora dando
lucha al mal de otra manera: usando su experiencia y sabiduría. Aunque eso solo
sucede en los animados, mis héroes no eran más que el movimiento de muñeca con
un lápiz perfilado sobre un lienzo.
Esos tiempos
quedaron atrás y cuando uno va creciendo se da cuenta de otros contenidos
dentro de su ‘súper’ favorito, que de una u otra manera hablan de temas
importantes, socialmente hablando, pero que muchos, en un gran número de
ocasiones, pasábamos por alto, y que llegando a la adultez olvidamos
completamente. Y empiezan a parecer otros héroes en nuestras vidas, eso sí,
dependiendo de nuestro oficio. Para unos será Patarroyo, para otros Llinás,
para los de arriba el que está arriba, para los de abajo quien está abajo, y va
subiendo, pero para la mayoría de los que dedicamos nuestra vida a las leyes, o
la preocupación social, existió un héroe llamado Carlos Gavira.
Sí,
ese señor, al que a muchos nos deleitó con sus excepcionales ponencias,
enseñándonos el verdadero valor del pensamiento jurídico, dejando ese
pensamiento en derecho por lo más alto. Él, que a la hora de hablar respetaba
tanto la opinión de quien tuviera enfrente como si fuera la suya misma. Ese
señor, que junto a otros ocho dejó en la primera Corte Constitucional la
semilla de la flor del progresismo, pluralismo, y la defensa de los derechos de
los desfavorecidos socialmente es mi héroe. ¡Ese señor fue, es y será mi Batman!
Ps.
Procura ser un pequeño homenaje a mi héroe a un mes de su muerte.
Ps2.
Quienes se llegasen a sentir ofendidos por la analogía aquí realizada, que se
sepa, que no se hace con esa intención; la única, y verdadera, intención es
recordarlo como lo que para muchos fue.
Ps3.
Si no fue su Batman, déjenlo ser el de muchos.
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